sábado, 14 de agosto de 2010

Tener coraje para seguir adelante

Cada vez que nos tornamos más transparentes a nuestra propia luz, restauramos la luz del mundo.
- Rachel Naomi Remen

El maestro budista Chögyam Trungpa decía que el objetivo de la vida consiste en simplemente ir adelante y hacer de la vida un modo de despertar, más que de adormecer. La capacidad de continuar nos ayuda a percibir que ningún problema es sin salida. Seguir adelante significa no nos dejemos estancar por la inercia, por el miedo o por la irritación.

La mejor manera de liberarnos del pasado es hacer las paces con nosotros mismos en el momento presente. Hacer las paces con cualquier recuerdo o sentimiento que puedan surgir. De forma que, de a poco, no seremos más prisioneros por esos recuerdos.

Pasamos a permitir que antiguas imágenes sobre nosotros mismos se vayan. Continuamos simplemente hacia adelante. Nada más nos hace parar. Sabemos continuar positivamente, pues estamos conectados con nuestra confianza básica, con nuestra bondad fundamental.

Coraje es la habilidad de moverse para el futuro, sin mirar para atrás: desapegarse del pasado. Recuerdo un hacho ocurrido con Lama Segyu Rinpoche. Él me contó que años después de haber ido a vivir a los EUA, encontró en la casa de su madre una caja cerrada remanente de la mudanza. No tuvo dudas: colocó al fuego la caja sin abrirla. Así, no despertaría la mente del apego, me dijo Él. Una vez que pasaron tantos años sin precisar de las cosas que estaban en aquella caja, no era necesario abrirla para saber que lo que ella contenía era carga extra. Eso muchas veces me inspira a no remover en historias pasadas que ya agotaron sus enredos. En muchos momentos, es preciso saber contener la curiosidad y colocar fuego en nuestras cajas, antes de que no podamos más controlar el impulso de abrirlas.

Hay, además, también momentos en que ir al sótano y remover en cajas del pasado puede ser muy terapéutico. Después que comencé a escribir este libro, pasé a releer mis cuadernos de anotaciones. Siempre tuve el hábito de anotar mis sueños, sesiones de terapia y frases llave que escuché de los Lamas. Ahora, al releer cosas escritas hace más de diez años, percibo como aún estoy presa de algunos padrones y también como conseguí de hecho liberarme de otros. Algunos sueños eran premonitorios. Algunos enseñanzas, hoy, tienen más impacto sobre mi, de lo que lo tuvieron en la época que los escribí.

Como dice John Welwood: Ya que toda la auto-imagen es sustentada por viejas historias - creencias que nosotros mismos nos contamos sobre ‘como es la realidad’ - traerlas a la luz es un paso esencial para aflojar la sujeción a una identidad.

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